La relación entre Román Riquelme y Javier García es de larga data. El vínculo se forjó durante años a tal punto que al asumir el ex 10 como vicepresidente de Boca, García dio por hecha su vuelta a Boca.
Pero el buen presente de Esteban Andrada en el arco titular Xeneixe, y el regreso de Agustín Rossi, al cual se le venció el préstamo en Lanús, hacen que aún no se confirme el regreso del amigo de Román.
García llegó a Racing proveniente de Tigre, de la mano de Diego Cocca. Llegó para ser suplente de Juan Musso. Luego de la salida del juvenil, fue Arias quien ocupó el arco.
No obstante, Rossi quiere atajar y tener continuidad, por ende no tiene intenciones de quedarse en Boca. Mientras busca equipo, el arquero se entrena en Ezeiza a la par del resto del plantel.
El ex arquero de Lanús ya tuvo su experiencia en el arco de Boca, llegó con el aval de Guillermo Barros Schelotto, pero a pesar de que los números lo respaldaban, siempre fue cuestionado por su rendimiento.
Por eso, luego de perder ante River en la final de la Libertadores en Madrid, fue uno de los primeros en exiliarse.
Manuel Roffo es el tercer arquero que tiene Russo a disposición, pero el vínculo de la amistad quizás hace que García regrese a su primer amor.
García espera su momento, desde Boca por ahora no hay señales, pero según pudo saber Fobal, Riquelme no va a dejar sin equipo a su gran amigo de la vida.