El presidente Alberto Fernández recibió hoy al titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, a quien le entregó un estricto protocolo sanitario que deberá cumplirse para que se juegue la Copa América 2021 en el país, informaron fuentes oficiales.
En una reunión que transcurrió hasta cerca de las 20.30 en la Residencia presidencial de Olivos, Fernández y Domínguez evaluaron los aspectos organizativos y logísticos -con la eventual habilitación de sedes adicionales, como los estadios de Estudiantes de La Plata y Vélez Sarsfield- y todo lo concerniente a los protocolos sanitarios.
El análisis de la disputa de esta Copa América y sus protocolos sanitarios, para que se pueda organizar en el país, quedará bajo el riguroso estudio de funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación, en el marco de la pandemia del coronavirus.
Así lo acordaron Fernández y Domínguez en una reunión desarrollada en la jornada de hoy, añadieron las fuentes.
La disputa de la Copa América está programada entre el 13 junio y el 10 de julio próximos, ya sin Colombia como sede compartida, tras anunciar la semana pasada su deserción en la organización.
El certamen, que fue postergado el año pasado por la pandemia de coronavirus y ahora se quedó sin uno de los dos organizadores (Colombia había solicitado a la Conmebol postergar el certamen para noviembre próximo, pero el pedido le fue denegado por las exigencias del calendario internacional), también perdió a dos de los seleccionados invitados a raíz de la reprogramación.
Es que la Copa América contaba en su diagrama original del año pasado con 12 participantes divididos en dos grupos, A y B, jugándose el primero en Argentina y el segundo en Colombia.
Y como en el A iba a estar uno de esos invitados, Australia, y en el otro Qatar, organizador del campeonato del mundo del año próximo, el torneo iba a desarrollarse originalmente entre el 11 de junio y el 11 de julio.
Pero como Australia y Qatar desistieron de tomar parte de la competencia este año (los oceánicos deberán jugar simultáneamente las eliminatorias mundialistas asiáticas), entonces las zonas quedaron con cinco componentes cada una, y por ende el calendario se redujo en tres días.
Lo que estaba previsto era jugar el partido inaugural en la cancha de River Plate entre Argentina y Chile, mientras que la final iba a disputarse en el estadio Monumental, de Barranquilla.
Ahora, si Argentina llegara a organizar la totalidad de la competencia, deberá resolverse la logística de los cinco seleccionados de la Zona B, designar los escenarios en los que jugarían la fase de grupos, los de cuartos y semifinales y, por supuesto, la gran final.
El Grupo A está compuesto por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, mientras que el B lo integran Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Los estadios ya definidos en Argentina para desarrollar los partidos de esa Zona A son los del mencionado River Plate; Mario Alberto Kempes, de Córdoba; Malvinas Argentinas, de Mendoza y el Único-Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
Ahora, ante la posibilidad de que Argentina sea el único organizador, el pasado lunes una Comisión Técnica de la Conmebol inspeccionó por espacio de tres horas el remodelado estadio UNO, de Estudiantes de La Plata (en principio no se consideró el Ciudad de La Plata), mientras que el de Vélez estaba en las mismas condiciones de análisis, y también están en vista los de Boca Juniors, Racing Club y Del Bicentenario, de San Juan.
La última Copa América fue la del Centenario, que se desarrolló en 2016 en los Estados Unidos, donde Chile fue campeón al superar por penales en la final a la Argentina. Ahora ambos seleccionados se enfrentarán en el partido inaugural del domingo 13 de junio en el Monumental de Núñez.