Lionel Messi se entrenó hoy por primera vez en su nuevo club, el París Saint Germain, y -como sucedió en todos estos días- se mostró alegre al llegar a la práctica en la cual lo esperaron sus amigos Ángel Di María, Leandro Paredes y Neymar.
Messi llegó en una camioneta negra, con ropa deportiva y un barbijo con los colores del PSG, para comenzar la práctica en el Centro de Entrenamiento de Ooredoo.
El primero que lo recibió en sus oficinas fue el entrenador argentino, Mauricio Pochettino, y a los pocos minutos aparecieron Neymar, Di María, Keylor Navas y Kylian Mbappé, a los que abrazó con un afectuoso saludo.
Al astro rosarino se lo vio activo en el gimnasio -con ejercicios de bicicleta- en donde charló un largo rato con Sergio Ramos, quien era un “enemigo” en los clásicos entre Real Madrid y Barcelona, cuando ambos lucían la cinta de capitán.
Ya en el campo de juego, el capitán del seleccionado argentino hizo el usual rombo con los conos y también un fútbol-tenis, según difundieron las redes sociales del PSG en sus diferentes plataformas. Messi, al igual que el resto del grupo, se movió en los trabajos de dribbling y definición.
En cuanto a sus nuevos compañeros, por primera vez se manifestó Mbappé en su cuenta de Instagram, donde subió fotos del primer cara a cara con Messi.
“Bienvenido a París, Leo”, fue uno de los diferentes posteos de una de las mayores figuras del plantel, que está en la órbita de Real Madrid aunque ahora con Messi en el equipo decidiría quedarse una temporada más para intentar conquistar la complicada Liga de Campeones de Europa. En otro posteo, lo trató de “leyenda” y puso la foto del abrazo de bienvenida.
El contrato de Mbappé vence a mediados del año que viene y Real Madrid es uno de los clubes que está expectante sobre el futuro de la joven estrella.
El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, también le había enviado un mensaje al delantero francés en la conferencia de prensa de presentación de Messi, en donde le advertía que ya no tenía “excusas” para continuar en el club por el equipo competitivo que había armado.
Pero a Messi las puertas en el PSG no solamente se las abrieron desde el propio núcleo del plantel, ya que Carlos Bianchi, uno de los históricos argentinos que jugó en el club, le mandó un mensaje sentido por Twitter.
“París Saint Germain es un gran club y vos lo vas a hacer más grande, estoy seguro de eso”, afirmó el ex DT de Boca y Vélez, que lució un traje para la ocasión.
“Te doy la bienvenida a París, una ciudad hermosa”, agregó el “Virrey”, uno de los símbolos históricos del club que hoy cumple 51 años de su fundación.
“Después de este ida y vuelta seguramente vos tenés ganas de jugar al fútbol, que es lo que más nos gusta a nosotros. Te deseo lo mejor y que consigas, como mínimo, una parte de lo que lograste en Barcelona”, deseó el exfutbolista y entrenador argentino.
Bianchi fue el primero de los 17 argentinos que vistió la camiseta de París Saint Germain y marcó 71 goles en 80 partidos entre 1978 y 1979.
En tanto, y en la vereda opuesta a tanta alegría, el presidente de LaLiga española, Javier Tebas, afirmó: “La presencia de Messi no es indispensable para el torneo”.
La declaración del cuestionado dirigente, quien en algún momento quiso meter las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en Argentina durante la intervención de la AFA en 2016-2017, en el gobierno de Mauricio Macri, tuvo como marco el anuncio del acuerdo de explotación con el fondo inversor CVC, del que no participarán Barcelona, Real Madrid ni Atlhetic Bilbao.
“Al club Barcelona le hubieran correspondido unos 275 millones de euros, que no le venían mal. De ese dinero, unos 40 millones los podía usar para retener a Messi o para invertir en su plantel. Al oponerse a este acuerdo, no recibirá nada”, explicó Tebas sobre los 2.100 millones que pagó el fondo inversor.
El dirigente admitió que la salida del capitán del seleccionado argentino “fue un poco traumática” y derrochó ironía hacia la directiva del Barcelona: “Tiene gente muy inteligente manejando el club y con las últimas decisiones que están tomando se nota”.
Mientras todos hablan de él, Messi se mostró feliz como hacía tiempo no se lo veía, en un contexto en donde la relación con el Barcelona se rompió por el desgaste que tuvo con los diferentes dirigentes que pasaron por el club “culé” en los últimos años.