Por decisión de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) Rusia ha sido excluida tanto de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como de los invernales de Beijing 2022. Tampoco podrá participar del Mundial de Fútbol de Qatar 2022. La razón es la falsificación de datos de los controles de doping efectuados sobre atletas.
“Engaño y negación”
“El doping ruso ha ultrajado el deporte durante demasiado tiempo y la flagrante violación de sus autoridades exige una respuesta enérgica”, expresó en un comunicado el presidente la AMA, Craig Reedie.
El directivo agregó que se le ofrecieron a Rusia “todas las oportunidades para poner las cosas en orden y volver a unirse a la comunidad global contra el doping por el bien de sus atletas y la integridad del deporte” pero el país decidió “seguir su postura de engaño y negación”.
Datos falsos
En el 2015, la AMA había hallado indicios de doping sistemático en competidores rusos de atletismo, por lo cual se impidió al país competir en esa disciplina. Sergey Shubenkov y Maria Kuchina, campeones del mundo en 110 metros vallas y salto de altura, respectivamente, pudieron sumarse al Mundial de Londres 2017 pero utilizando una bandera neutral, algo que podrán hacer ahora también los atletas que no estén implicados en casos de doping.
Así, buscando levantar la suspensión anterior, la AMA solicitó controles de laboratorio a Rusia, pero luego constató que habían sido alterados y que, además, los rusos habían manipulado datos que la propia AMA había tomado. Expertos informáticos del organismo determinaron que cientos de resultados sospechosos habían sido borrados y otros modificados.
Ahora, Rusia dispone de un plazo de 21 días para interponer un recurso ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). En ese sentido, el primer ministro ruso Dimitri Medvedev anunció que efectivamente se apelará y, si bien reconoció que el deporte ruso tiene “problemas significativos” de doping, opinó que el fallo de la AMA es parte “de la histeria antirrusa que ha adquirido una forma crónica”.