“Yo no merezco tanto cariño. No sé si es porque les caigo bien, pero me quieren demasiado”. Con estas palabras, Juan Román Riquelme quiso representar de alguna manera la devoción y, por qué no, el amor que el hincha de Boca siente por él.
A días de las elecciones que se llevarán a cabo en el club de sus amores, el ex futbolista estuvo en Intrusos, esquivó preguntas como lo hacía en su mejor época como jugador –por ejemplo, aseguró que “no se acordaba” por qué le hizo el famoso “Topo Gigio” a Macri- y dejó títulos que resonarán durante toda la semana, como el hecho de que recibió un llamado del presidente para que se sumara a la lista de Angelici.
Pero BigBang estuvo en el detrás de escena de la participación de Román en el ciclo de América, que dejó todo tipo de perlitas: como el hecho de que, una vez finalizada la entrevista con Jorge Rial, tuvo que encerrarse en el baño para escaparse de Mauro Viale.
No fue un invitado más, eso seguro. El deseo por conseguir al menos una foto con el ídolo Xeneize invadió los pasillos de América TV. Sin ir más lejos, mientras la seguridad del canal acomodaba la zona para el ingreso del “10”, uno de ellos se animó a elevar la voz -entre risas- para hacer un lógico pedido a su compañero: “Lo único que te pido es que me saques una buena foto”.
Una vez dentro del estudio, se podía percibir el “cariño” por Román. En total, había alrededor de 45 personas, algunas con camisetas de Boca en su mano, a la espera de un momento casi de intimidad con el ídolo. Los hijos de los productores, no necesariamente de los chicos de Intrusos sino del canal en general, esperaban expectantes el arribo del ex jugador del Barcelona y Villarreal.
Ante este periodista, de manera inocente y a pura felicidad, uno de ellos, de 10 años, confesó que él y su hermana salieron antes del colegio para conseguir la tan ansiada firma de Riquelme. Con un fibrón en su mano y una remera completamente blanca en la otra, para que se note la firma del 10, reveló: “Iba a traer la camiseta que tengo, de De Rossi, pero no daba”.
La felicidad de los más chicos al ver a Riquelme
Pero también llegaron celebridades al lugar. Liliana Parodi, la Gerenta de Programación de América, se hizo presente asegurando, con la prueba en su mano, que se había sacado en su momento una foto con la camiseta de Boca. De hecho, Parodi fue la primera en lograr la tan esperada foto con el ex jugador de Boca, ya que lo interceptó antes de ingresar al estudio.
En ese momento también llegó la hija del conductor de Intrusos, Morena Rial, acompañada de su pequeño hijo, Francesco, y el padre del bebé, Facundo Ambrosioni. “Vino mi nieto, no por mí, sino por Riquelme. Pero él es de River, ojo”, advirtió Rial al aire, al percatarse de su llegada.
Pero consultado por este portal, Ambrosioni advirtió que fue a ver a Riquelme y aclaró que su hijo no es “Millonario” como dice su abuelo. “No, no es de River. Es de Talleres, como mucho de Boca, dijo entre risas. En Córdoba soy de Talleres y de acá, soy de Boca”, aclaró.
Mientras tanto, un productor, con su hijo al lado que lucía la camiseta de Boca con el nombre de Eduardo “Toto” Salvio en su espalda y el característico número 11 del ex Lanús, le contaba al pequeño historias del máximo ídolo Xeneize y cómo fue como jugador. En un breve resumen, se despachó: “Le pegaban y él jugaba, le pegaban y él gambeteaba. ¡Hacía jugar a todos!”.
En ese momento, una de las encargadas de la limpieza del canal, fanática de Boca, interceptó a Román cuando éste estaba ingresando al estudio de Intrusos y pudo conseguir su firma. Con un fibrón de color verde, el 10 estampó su símbolo en el antebrazo de la mujer, quien fuera de sí y entre lágrimas de agradecimiento, lanzó: “Me lo voy a ir a tatuar ya, cuando salga de trabajar”.
Pero el gran momento de la tarde se vivió una vez que el ex futbolista y candidato a vicepresidente 2° en la lista que encabeza Jorge Ameal y Mario pergolini, finalizó su entrevista. Sin antes seguir esquivando las preguntas que le hacían los panelistas del programa. Dijo que ya tiene elegido al técnico de Boca en 2020, pero que no lo va a revelar hasta ganar las elecciones.
Dicho esto, Román se mostró confiado y dio su pronóstico para este domingo 8 de diciembre, día en que se realizarán las elecciones en Boca. “Soy consciente de que tenemos muchas chances de ganar el domingo”, dijo, con una pícara sonrisa y confiado para lo que se viene.
Riquelme se escapó de Viale y se escondió en el baño
Una vez que Rial dio por terminada la entrevista, llegó el momento del descontrol. Las 45 personas presentes en el estudio se abalanzaron hacía el ídolo con su propio objetivo en mente: una foto, una firma o algún recuerdo que confirme que pisaron el mismo suelo que el ex mediocampista.
Los primeros en conseguir su premio fueron, lógicamente, los más chicos. Cada uno se llevó su camiseta firmada o la foto con Román a su casa. Hasta el propio Francesco, su mamá y Facundo Ambrosioni alcanzaron a cumplir sus deseos. Lógicamente, el equipo completo de Intrusos (conductor, panelistas, productores y cámaras) también se llevó una postal grupal con el 10.
A todo esto, vale aclarar, Juan Román Riquelme se mostró dispuesto y con una sonrisa en su rostro iba cumpliéndole el sueño a cada persona que se le acercaba. Si la solicitud era una foto junto a él, una dedicatoria en video o un autógrafo, el ídolo de Boca se mostró dispuesto y cumplió al pie de la letra ese requisito oculto que te convierte en una verdadera estrella: la empatía.
Pero todo se desmoronó cuando Mauro Viale, junto a las cámaras de A24, aparecieron en el estudio al grito de “estamos en vivo” para dispersar a la multitud que rodeaba a Román. Fue entonces cuando el histórico periodista sujetó de un brazo al ex jugador y le manifestó, con palabras que no se llegaron a entender, que quería hacerle una nota.
Según le aclararon a este sitio, uno de los expresos pedidos de Riquelme para aceptar la entrevista con Intrusos fue que, después de la misma, no diera ninguna otra nota. Claro está, al ver a Mauro, no le quedó otra que huir provocando la ira del veterano periodista: “Qué tipo tan desagradable”, lanzó Viale. ¿Pero dónde se fue Román? El “último 10” se escapó y se encerró en el baño y los hinchas lo siguieron. Allí tuvo que seguir firmando camisetas y sacándose fotos.
Fue en ese lugar donde también el equipo de Intrusos le hizo una nueva nota a través de un móvil que, seguramente, se verá mañana en el programa. Afuera del canal, sobre la calle Fitz Roy al 1600 había un centenar de hinchas que coreaban el nombre de candidato a vicepresidente 2° y esperaban por su salida. La cual se dio pocos minutos después en medio de un descontrol.
Al salir del baño, Riquelme encaró para la salida. A cada paso que daba, tenía que sacarse diez fotos, grabar ocho saludos y firmar cuatro camisetas. Siempre escoltado por la seguridad del canal, Román observó que en la puerta había una multitud y lo primero que preguntó, casi de manera autentica y con una clara señal de preocupación: “¿Cómo salimos de acá, maestro?”.
Una multitud esperó por Riquelme afuera del canal
La respuesta del de seguridad fue clara y desconcertante. “Por ahí”, le contestó, señalando hacia los cientos de hinchas que había en la puerta del canal. “¿Estás seguro? Yo creo que no nos vamos a poder, ni por asomo, acercar al auto por ahí”, replicó el 10. Sin embargo, insistieron, intentaron abrir la entrada y notaron como una ola de personas se abalanzó hacía él.
Al final, aparentemente no quedó otra y Román, de a uno en uno, tuvo que ponerse a firmar cada una de las camisetas que los simpatizantes de Boca en la entrada le iban alcanzando para despejar la zona y poder, finalmente, regresar a su casa. Como una suerte de bonus track, al salir nos topamos con una figura que iba camuflada entre los hinchas xeneizes con el deseo de poder pasar desapercibido, no ser agredido y entrar al canal. Llevaba anteojos negros, una gorra y atuendo completo de Jean: campera y pantalón. Era el mismísimo Luis Majul, que buscaba sortear la barrera humana para cumplir con su trabajo.