Tigre se convirtió esta noche en el único equipo argentino que no jugará ni octavos de final de Copa Libertadores ni tampoco la Sudamericana, al finalizar último en el Grupo B que se adjudicó, con holgura, su verdugo de hoy en el Allianz Arena de San Pablo, el brasileño Palmeiras, que lo aplastó por 5 a 0 y, con 16 unidades y una amplia diferencia de gol, se transformó en el conjunto mejor ubicado en la tabla general de la fase de zonas.
El conjunto dirigido por Néstor Gorosito llegó muy castigado por el infortunio a este encuentro, ya que más allá de las diferencias de calidades entre un grande de Brasil y un equipo de la Primera Nacional argentina, a los de Victoria se les sumaron lesionados y afectados de coronavirus que diezmaron su plantel.
Y una prueba palmaria de ello fue que “Pipo” debió hacer debutar nada menos que ante Palmeiras y en Brasil a un juvenil arquero de 20 años como Felipe Zenobio, cuarto arquero del plantel, que tuvo como suplente a Federico Gomes, un chico de apenas 16.
Así y todo, a pesar de la goleada seguramente para Zenobio habrá sido una noche inolvidable, por el contexto en que debutó y porque a su correcta actuación le sumó nada menos que un penal muy bien atajado a Luiz Adriano en el segundo período.
Tigre, como en todo este certamen que también será histórico para el fútbol argentino, porque fue la primera vez que un representante nacional en Libertadores pertenece a la segunda categoría del fútbol local, tuvo un buen comienzo de partido y un muy mal final.
Por eso finalizó último con un punto y solamente con tres goles a favor, y todos ellos señalados por su único delantero, Pablo Magnín, que llegó a último momento proveniente de Sarmiento, de Junín, para disputar este certamen y el día de mañana procurar el ascenso a primera división.
El partido fue tal durante el primer tiempo, en el que Tigre terminó cayendo por un gol de diferencia y tuvo oportunidades de anotar durante la primera media hora.
Empero, cuando después del penal atajado por Zenobio a los 7 minutos del complemento, en el córner originado por esa acción llegó el segundo tanto con un cabezazo del capitán, el paraguayo exLanús y Milan, de Italia, Gustavo Gómez, el encuentro se dio virtualmente por terminado.
Después llegarían tres tantos más de Palmeiras, para ser el mejor de América en la fase de grupos con 16 puntos, los mismos que su connacional y vecino paulita Santos, aunque los de Vila Belmiro tuvieron una diferencia de gol de +5 contra +15 del “Verdao”.
Claro que esta historia copera dista mucho del presente que vive Palmeiras en el Brasileirao, donde está octavo y viene de tres derrotas consecutivas que provocaron el despido del experimentado entrenador Vanderlei Luxemburgo (hoy lo sustituyó interinamente Andrey Lopes).
Claro que. ni lerda ni perezosa, su directiva buscó un golpe de efecto y salió en las últimas horas a buscar como reemplazante al reciente entrenador del Barcelona español, Enrique “Quique” Setién. Si esa posibilidad se cae, el otro candidato es argentino: Gabriel Heinze.
Así, en este Grupo B Palmeiras fue primero con 16 puntos, escoltado por el otro clasificado a octavos de final, Guaraní, el conjunto paraguayo dirigido por el argentino Gustavo Costas, con 13, mientras que Bolívar, al que le ganó esta noche 3-2 en la altura de La Paz, fue tercero con 4 e ingresó a la Sudamericana. Tigre, lo dicho, cerró sin triunfos en su haber, con una unidad.
La victoria de los paraguayos en Bolivia tuvo al argentino Nicolás Maná como autor del segundo tanto de su equipo, mientras que su compatriota Marcos Riquelme convirtió el primero de los anfitriones (el segundo fue de Roberto Domínguez).
Los aurinegros se impusieron en el sexto minuto de descuento por una conquista de José Florentín (Fernando Fernández había abierto el marcador en el primer tiempo).