La llegada del capitán Lionel Messi a las 22 en punto al predio de AFA, en Ezeiza, fue un símbolo del comienzo del camino del seleccionado argentino rumbo a Qatar 2022, que podría ser el último y, por lo tanto, tan especial Mundial para el rosarino en particular y para el fútbol nacional en general.
Los 28 integrantes del plantel que finalmente quedaron en el grupo definitivo tras una lista inicial de 30 del exterior a los que el técnico Lionel Scaloni les dio de baja a siete, por distintos motivos, y luego les sumó cinco del ámbito local, dormirán esta noche en el cuerpo número 2 del predio Julio Humberto Grondona. Todos fueron testeados apenas ingresaron al lugar de concentración.
El primer vuelo en llegar al aeropuerto de Ezeiza fue el chárter fletado por la AFA, que aterrizó pasado el mediodía con los 18 jugadores que partieron anoche desde Madrid: Emiliano Martínez, Juan Musso, Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Juan Foyth, Lautaro Martínez, Guido Rodríguez, Joaquín Correa, Lucas Alario, Exequiel Palacios, Nehuén Pérez, Nicolás Domínguez, Facundo Medina, Nicolás Tagliafico, Giovani Lo Celso, Alexis Mac Allister, Alejandro Gómez y Giovanni Simeone.
Allí estos futbolistas se encontraron con los cinco convocados de Boca Juniors y River Plate que habían llegado al predio a primera hora de la mañana, los “millonarios” Franco Armani, Lucas Martínez Quarta y Gonzalo Montiel, y los “xeneizes” Esteban Andrada y Eduardo Salvio.
“Es una felicidad enorme y un premio por todo el trabajo que vengo haciendo. Ahora todo va a ser distinto, porque nada será igual después de esta pandemia. Y jugar con Ecuador será un partido tan difícil como el posterior en Bolivia, por la altura de La Paz, pero reencontrarme con Gustavo Alfaro, un técnico al que le tengo un gran cariño, también va a ser muy grato”, confió Salvio al sitio oficial de AFA, tras su regreso al seleccionado luego de jugar el Mundial de Rusia con Jorge Sampaoli.
Y el quinteto que faltaba se sumó por la noche, tras arribar a Ezeiza en el avión particular de Lionel Messi, al que se subieron en Barcelona cinco futbolistas: Lucas Ocampos, Marcos Acuña, Nicolás Otamendi, Paulo Dybala, y Luis Suárez, el gran amigo de “Lío” que se bajó en Montevideo para sumarse al seleccionado de Uruguay, y por esa escala el vuelo llegó una hora después de lo que hubiera arribado en caso de venir directamente a Buenos Aires.
El que también viajó con ese grupo fue Pepe Costa, otro inseparable amigo de Messi que trabaja desde 2003 en la Oficina de Atención al Jugador de Barcelona, a donde lo llevó Sandro Rosell cuando asumió como vicepresidente de Joan Laporta.
Costa es como una sombra para Messi y lo acompaña a cualquier lugar del mundo al que él se traslada, aún en vacaciones, ya que sus familias son también muy amigas. En Barcelona lo califican como el “conseguidor” del plantel, porque a pesar de que su mayor cercanía es con el argentino, siempre se ocupa de facilitarles a todos los futbolistas cuestiones que, en muchos casos por su exposición pública, se les complica gestionar.
Los arqueros Armani y Andrada realizaron una breve actividad matutina en una de las canchas bajo la supervisión del entrenador del puesto, Martín Tocalli y los restantes futbolistas efectuaron movimientos regenerativos por la tarde.
El primer entrenamiento con el grupo concreto se llevará a cabo mañana a las 17 con ejercicios tácticos, y el miércoles en el mismo horario habrá fútbol y allí el técnico Lionel Scaloni parará el equipo titular que saldrá a jugarle a los ecuatorianos de Alfaro el próximo jueves a las 21.10, en la Bombonera.
Ese probable equipo tiene hoy a Emiliano Martínez en el arco, con más actividad en la liga inglesa que Franco Armani, el titular de los últimos tiempos, en River, que sumará a la defensa a Gonzalo Montiel en el lateral derecho y Lucas Martínez Quarta como segundo central, acompañado por los dos Nicolás, Otamendi y Tagliafico.
En el medio de ese 4-3-3 estarán Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Paulo Dybala o, eventualmente, Giovani Lo Celso, y arriba Messi, Lautaro Martínez y Lucas Ocampos.
La cantidad de futbolistas convocados no tiene que ver solamente con la posibilidad de probables contagios de coronavirus, sino con el hecho de que el martes 13 de la próxima semana, desde las 17 de Argentina (las 16 de Bolivia), el seleccionado nacional estará enfrentando a los dirigidos por el venezolano César Farías en la altura de La Paz (3.650 metros), y la logística para ese cotejo a desarrollarse en el estadio Hernando Siles será diferente a lo habitual.
Es que antes las selecciones argentinas solían viajar un día antes a Santa Cruz de la Sierra (500 metros sobre el nivel del mar) y recién en la mañana del partido volar hacia el escenario del mismo, pero ahora, a raíz de la pandemia y los protocolos sanitarios pertinentes, la delegación albiceleste se trasladará a La Paz el próximo domingo a las 20, por lo que pernoctará durante las dos noches previas al encuentro en esa ciudad, donde entrenará el lunes en el estadio de The Strongest.
Leonardo Balerdi por cuestiones tácticas; Cristian Pavón por cuestiones logísticas de la Major League Soccer; Walter Kannemann por haberse contagiado en coronavirus; Agustín Marchesín, Nicolás González, Renzo Saravia y Germán Pezzella por distintas lesiones, fueron los siete jugadores que ayer se quedaron afuera de esta convocatoria. Los otros 28 ya están instalados en Ezeiza para empezar una eliminatoria que tendrá continuidad el 12 y 17 de noviembre contra Paraguay y Perú, en Boca y Lima.
La selección argentina vuelve a ponerse en marcha después de 11 meses, de aquel amistoso con Uruguay que finalizó empatado 2 a 2 en noviembre del año pasado. La historia continúa, y otro viaje mundialista acaba de empezar esta noche en Ezeiza.