La entrada de Marcelo Gallardo al campo de juego del estadio de Alianza Lima fue con una sonrisa, mientras su remera y pantalón de entrenamiento blancos brillaron bajo el sol de la tarde peruana. Gallardo pidió la palabra en la ronda entre jugadores y cuerpo técnico, en el centro de campo de juego, que duró tres minutos. A jugar, a practicar y a entrenarse.
El estratega millonario de repente tomó distancia. Necesitó concentrarse. En ese ritual apeló a una libreta y una birome. Durante varios minutos repasó el papel, concentrado, sin escuchar ni mirar a nadie.
Los jugadores dispusieron de un “loco”, se escucharon risas, se percibió distensión, pero Gallardo, a unos metros de ellos, sin prestarles atención, no quitó la mirada de esa libreta.
¿Línea de cinco con Paulo Díaz? ¿Cómo contener a Gabriel Barbosa? ¿Cómo contrarrestar el poderío de Flamengo? ¿Mantener el equipo de “memoria”? Quizás fueron tópicos que se cruzaron por su mente. Al cabo de unos minutos, acudió a sus laderos Matías Biscay y Hernán Buján e intercambiaron opiniones.
Pero el entrenador de River no da pistas sobre el equipo que formará el próximo sábado ante Flamengo de Brasil por la final de la Copa Libertadores en Lima, Perú, que podría establecerse con línea de cinco o mantener a la alineación “de memoria”.
La entrada del plantel se produjo bajo un fuerte operativo de seguridad que dispuso de 11 motos y más de 50 efectivos, quienes custodiaron los dos micros que trasladaron a la delegación riverplatense desde San Isidro.
Los rumores sobre la posible línea de cinco, sistema que utilizó en la ida de la final del año pasado en La Bombonera ante Boca, partieron desde Buenos Aires y se mantuvieron en Lima.
El chileno Paulo Díaz, el único y muy solicitado refuerzo por Gallardo en el último mercado de pases, surge como alternativa para acompañar a Gonzalo Montiel, Javier Pinola, Lucas Martínez Quarta y Milton Casco.
En caso que el defensor del seleccionado chileno sea de la partida ante Flamengo, los candidatos a ser reemplazados están en el mediocampo. El uruguayo Nicolás De La Cruz o el juvenil Exequiel Palacios podrían dejar su lugar al central chileno, de pocas presentaciones en el equipo durante la temporada.
Su única participación por la Copa Libertadores solo duró 20 minutos con el ingreso en la derrota por 1 a 0 contra Boca en La Bombonera por la revancha de semifinales.
Las chances de mantener el equipo “de memoria” también están latentes. Lo más probable es que Gallardo se incline por dicha formación que alcanzó esta instancia, que se mantiene expectante en la Superliga y alcanzó la final de la Copa Argentina.
En consecuencia, serían: Franco Armani; Montiel, Pinola, Martínez Quarta y Casco; Enzo Pérez; Ignacio Fernández, Exequiel Palacios y Nicolás De La Cruz; Matías Suárez y Rafael Borré.
En la mañana de Lima, especialmente en los alrededores del hotel de la localidad de San Isidro, también se mencionó la posibilidad remota para la vuelta de Lucas Pratto, quien jugó por un lesionado Suárez en la victoria ante Estudiantes de Buenos Aires por las semifinales de la Copa Argentina.
En ese partido, el “Oso” se mostró falto de fútbol a raíz de la irregular actividad que tuvo desde el 30 de mayo, cuando sufrió una lesión ósea que retrasó y perjudicó los tiempos de su pretemporada.
Los primeros movimientos, bajo la mirada de la prensa en los 15 minutos permitidos, reflejaron el buen ánimo de los dirigidos por Gallardo con tareas regenerativas.
Sobre un costado de la cancha estuvo el secretario técnico de River, Enzo Francescoli, con una mano sobre la frente para cubrir su rostro del sol; y el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, también acompañó al plantel e intercambió camisetas con su par de Alianza Lima Renzo Ratto.
El campeón de América efectuará mañana el reconocimiento del campo de juego del Monumental de Lima desde las 17, hora argentina, con entrenamiento incluido. Está estipulado que Gallardo brinde en una conferencia de prensa para los medios.
River, campeón vigente, y Flamengo de Brasil se enfrentarán el próximo sábado en el estadio Monumental de Lima por la final de la Copa Libertadores bajo un total de 10.000 efectivos que estarán abocados a la tarea de seguridad. “La Policía Nacional desplegará 10.000 efectivos”, confirmó la Policía Nacional del Perú.