Italia se clasificó finalista de la Eurocopa 2021, al vencer hoy en el clásico a España por 4 a 2 en definición con tiros desde el punto del penal luego de empatar 1 a 1 en Londres, Inglaterra.

Federico Chiesa abrió la cuenta para Italia a los 15m del segundo tiempo y lo empató Álvaro Morata a los 34m. En los penales fallaron los dos mejores jugadores de España en el encuentro: Dani Olmo, que tiró desviado por arriba del travesaño, y el propio Morata, cuyo remate fue atajado por Gianluigi Donnarumma.

El partido se jugó en el legendario estadio de Wembley, en Londres, y contó con el arbitraje del alemán Félix Brych. Italia definirá el certamen ante el ganador de Inglaterra-Dinamarca, que se enfrentarán mañana en el mismo escenario.

Para los italianos fue el segundo encuentro con prórroga (2-1 a Austria en octavos) y el primero que define por penales. Para España fue el tercero consecutivo con tiempo extra (Croacia en octavos y Suiza en cuartos) y el segundo seguido en el que debe resolver el resultado desde los 12 pasos.

España fue superior en la primera etapa, y si no llegó al descanso con ventaja fue por su ineficacia en el ataque para terminar, al menos, tres buenas ocasiones de gol.

La primera fue un pase filtrado de Pedri que Oyarzábal, a espaldas de los centrales, no pudo controlar cuando quedaba mano a mano con Donnarumma; la segunda, un remate de Torres apenas desviado; y la tercera, un tiro de Dani Olmo tras capturar una pelota en el área que el arquero italiano despejó hacia un costado.

El equipo de Luis Enrique construyó a partir de la claridad de Busquets, las proyecciones por las bandas de Jordi Alba y Azpilicueta, las apariciones de Pedri y la posición de Dani Olmo como falso 9, lo que le sacó referencia a los zagueros italianos.

Recién pasados los 30 minutos Italia logró salir de la presión que le propuso el rival y emparejar el partido: allí generó una buena ocasión para abrir el resultado, un pase de Insigne dentro del área, por izquierda, para Emerson, cuyo remate rozó el travesaño.

Pero los de Roberto Mancini extrañaron mucho a Spinazzola, que le daba salida permanente (se rompió el tendón de Aquiles en la victoria sobre Bélgica); y les costó mucho el primer pase porque España trabajó bien sobre la salida de Jorginho.

Los de Luis Enrique perdieron precisión en los minutos iniciales del complemento y, al revés, Italia se paró mejor en el campo. Esa paridad derivó en dos ocasiones, una para cada uno: un remate de Busquets desde la puerta del área que se fue apenas por arriba y un tiro cruzado desde la derecha de Chiesa que tapó Simón.

Hasta que a los 15m desniveló Italia con su fórmula histórica: aguantó un ataque español, salió rápido de contra desde las manos de Donnarumma y Chiesa, por la derecha dentro del área y después de aprovechar un corte de Laporte ante Immobile, sacó un tiro exacto al segundo palo para poner el 1 a 0.

Salvo una llegada de Oyarzábal que no alcanzó a cabecear solo frente al arquero, la “azzurra” parecía tener el partido bajo control y creó algunas aproximaciones bien resueltas por Simón. Pero cuando faltaban poco más de diez minutos el ingresado Morata armó una pared sensacional con Olmo, entró el área entre los defensores italianos y puso el 1 a 1. Después llegó el alargue.

España volvió a ser superior en los 30 minutos suplementarios, pero no le alcanzó con el partido extraordinario de Dani Olmo para sacar diferencia. Italia, lejos del equipo dominador que brilló en los partidos anteriores, se refugió cerca de su arco y buscó sacar alguna contra, pero tampoco pudo quebrar la igualdad.

En los penales fue más preciso Italia, que festejó y ya piensa en el domingo. Le resta saber si será Inglaterra o Dinamarca.