River cumplió con el deber que le marcaba su mayor jerarquía colectiva e individual para clasificarse esta noche a las semifinales de la Copa Libertadores por cuarto año consecutivo tras derrotar en el Gran Parque Central a Nacional, de Montevideo, por 6 a 2, luego de vencer 2-0 en la ida, y de esta manera enfrentará a Palmeiras en la próxima instancia del certamen, en la que cerrará la serie en Brasil.
La búsqueda de Nacional por presionar alto a River en pos de una quimera se quedó rápidamente en tal, ya que nunca logró ese cometido y la jerarquía de River Plate comenzó a prevalecer a partir de una correcta tarea de recuperación en el medio y una posterior circulación prolija, que llevaba el balón del medio a la punta y de la punta al medio, desequilibrando a la última línea local.
Y para colmo de males para el conjunto uruguayo antes de los 20 minutos se quedó con 10 hombres por la expulsión del buen arquero Sergio Rochet, que salió fuera de su área y en una acción extrema le aplicó una plancha demoledora a Matías Suárez.
A partir de esa roja directa aplicada por el árbitro chileno Roberto Tobar y la inmediata variante indicada por el técnico interino Jorge Giordano, que sacó a un lateral como Alfonso Trezza para que ingresara el arquero panameño Luis Mejía, dejó un verdadero agujero en el costado derecho de su defensa que fue aprovechado al máximo por el cada vez más influyente Jorge Carrascal.
Y prueba de ello fue que 10 minutos después de la expulsión llegó la apertura del marcador mediante un verdadero golazo de Carrascal, enganchando de izquierda a derecha y clavando el balón en el ángulo superior derecho del arco de Mejía.
A partir de allí lo de River fue un festival futbolístico ante un adversario disminuido en lo numérico y lo anímico, más allá de lo futbolístico, en lo que ya estaba por debajo de su rival once contra once.
River siguió ejecutando su partitura a placer y a un minuto del final de esa etapa inicial Nicolás De la Cruz, uruguayo exLiverpool, convirtió el segundo con una ejecución calcada al tanto del colombiano Carrascal. El período se cerró con el descuento del enjundioso Ayrton Cougo.
La segunda parte no parecía ofrecer mayores expectativas que lo que pudiera proponer River, que rápidamente mostró que su voracidad seguía intacta y a los cinco minutos Bruno Zuculini marcó su tercer gol consecutivo en la misma cantidad de partidos, dos por Libertadores y el restante por la Copa Diego Maradona.
Una cierta relajación tras esa conquista permitió un nuevo descuento del recién ingresado, el prometedor delantero Santiago Rodríguez, cuando todavía no se habían disputado los 10 minutos del complemento.
Hasta que apenas superados los 20 minutos apareció el show goleador de otro colombiano, Rafael Santos Borré, para anotar tres tantos en menos de un cuarto de hora, entre los 21 y 35 minutos, alcanzando los 44 tantos en River que lo convierten en el máximo anotador de la era Marcelo Gallardo, superando a Lucas Alario que se fue con 41.
Claro que para que Santos Borré tuviera semejante expresión de contundencia fue clave el tándem que formó por derecha con Gonzalo Montiel, que subió y asistió con la consecuencia de un lateral moderno, que por algo es hoy el titular en el seleccionado argentino.
Y así River alcanzó un resultado inédito ante Nacional, en Uruguay, sumando dos victorias en sendos partidos.
Ahora, ya en 2021, los primeros días de enero encontrarán a River buscando otra final copera, que sería la tercera seguida en caso de alcanzarla, aunque para ello deberá traerse a la Argentina esa chance desde San Pablo, donde cerrará la serie frente a Palmeiras.