Independiente tuvo un debut esquivo en la Copa Sudamericana de fútbol, al ser derrotado esta noche por Ceará, en Brasil, por 2-1, en partido correspondiente a la zona G del certamen continental que comenzó durante la jornada en distintos escenarios.
En el estadio Arena Castelao, el conjunto de Avellaneda se quedó con las manos vacías en la segunda mitad, a partir de una equivocación del arquero uruguayo Sebastián Sosa, quien falló en un centro y le dejó servido el gol a Zé Roberto (St. 21m.).
Previamente, el mismo equipo local había establecido la igualdad con un penal ejecutado por el colombiano Stiven Mendoza (St. 16m.).
El elenco orientado por Eduardo Domínguez había extraído una ventaja inicial por intermedio de Gastón Togni (Pt. 32m.), cuando jugaba con diez hombres como consecuencia de la expulsión del defensor Ayrton Costa (Pt. 12m.).
Ceará también terminó el cotejo con uno menos, a raíz de la tarjeta roja que le mostraron a Nino Paraíba (St. 18m.)
Independiente mostró mucha actitud y empuje conducidos por las corridas de los delanteros Togni y Benegas, quienes recorrieron metros de ida y vuelta, bien acompañados por la claridad conceptual del colombiano Andrés Roa, más el esfuerzo de Lucas Romero y Domingo Blanco.
El encuentro tuvo todos los condimentos de un partido copero: goles, penales, polémicas, dos expulsados y una gran cantidad de amonestados por equipo.
Al minuto de iniciado, Soñora metió un preciso pase profundo que encontró a Togni con varios metros por delante para llegar al arco y el punta le pegó desde afuera, pero su remate salió apenas arriba del travesaño.
Ceará buscaba lastimar con la velocidad de sus extremos y laterales, pero dejaba distancias entre líneas, lo que fue aprovechado por un elenco “rojo”, agazapado.
El partido cambió a los 11m. del primer tiempo, cuando el veloz colombiano Mendoza se iba claramente, por lo que Costa debió derribarlo. El juvenil defensor, que ya estaba amonestado, vio la segunda amarilla y se marchó a las duchas, por decisión del árbitro uruguayo Leodán González.
Domínguez reformuló la defensa y allí perdió juego y control con la salida de Alan Soñora, el socio del colombiano Roa. Independiente retrocedió en el campo, al punto que Benegas se ubicó apenas saliendo del círculo central.
El equipo brasileño pecaba de ingenuo para manejar la pelota y hasta dejaba espacios en su última línea. Así, a los 32m., Roa peleó y trabó un balón para la cesión de Benegas, quien metió un pase perfecto para Togni, que encaró a Joao Ricardo y definió cruzado.
El tanto intranquilizó al equipo brasileño y esos nervios se trasladaron a las tribunas, con más de 40 mil personas que empezaron con los murmullos y los reproches para sus jugadores.
Antes de la finalización del primer tiempo, el DT Dorival Junior movió el banco y metió al delantero Erick por el mediocampista Richard.
En el comienzo de la segunda parte, el equipo local adelantó líneas y fue al frente, sin muchas ideas, pero empezó a llegar, de a poco. A los 12m., entonces, el uruguayo Sosa evitó el empate con una tapada estupenda frente a Vina.
En el contexto de ese asedio continuo, el volante Romero metió la mano en un remate de Luis Otavio y el árbitro sancionó penal. El colombiano Mendoza lo cambió por gol para decretar la igualdad.
Y sobre los 21m., en un tiro de esquina, el uruguayo Sosa falló en el cálculo, le pifió al manotazo y dejó el balón a expensas de Zé Roberto, quien -apareado por Benegas- llegó para empujarla y mandarla a la red.
De allí hasta el final se invirtieron los roles: Independiente buscó adelantarse en el terreno pero ya no tenía la suficiente profundidad como para inquietar a un local que ya jugaba con diez, por la tarjeta roja que le exhibieron a Nino Paraíba. El resultado no se modificó y el conjunto brasileño cantó victoria.