Independiente tuvo una era futbolística dorada en el primer lustro de los 70, cuando ganó sucesivamente cuatro de las siete Copa Libertadores que hoy tiene en sus vitrinas, y uno de los símbolos de aquellos tiempos que parecen tan lejanos como irrepetibles fue Agustín Balbuena, el “Mencho”, quien hoy falleció a los 75 años.
Agustín Alberto Balbuena, tal su nombre completo, nació en Santa Fe un 1 de septiembre de 1945 y tuvo la particularidad de jugar en Racing apenas el año después de haber conquistado la última de aquellas cuatro libertadores seguidas. Otra circunstancia seguramente muy difícil de concretarse hoy en día.
Balbuena, quien arrancó su carrera en Colón de su ciudad natal y también supo pasar por Rosario Central, participó de esas cuatro finales, pero solamente no estuvo en el desempate frente a Colo Colo de Chile, en 1973, porque había perdido su lugar a manos del por entonces juvenil Daniel Bertoni, luego de ser titular en los dos partidos previos. Siempre jugó desde el arranque, antes en 1972 frente a Universitario, de Perú, como después en 1975 ante Unión Española, de Chile. Independiente ganó sus siete Libertadores en 20 años, desde la de 1964, a la que sucedió la de 1965, hasta la última en 1984.
Pero al año siguiente recuperó su lugar, porque el técnico Roberto Ferreiro decidió que debían jugar las dos “B”, Balbuena y Bertoni, y en el segundo de los también tres partidos jugados ante San Pablo, de Brasil, en Avellaneda, marcó el primer gol del 2-0 final. El otro lo anotó la tercera “B” de aquellos tiempos: Ricardo Enrique Bochini.
Y justamente el “Bocha” fue el primero en despedirlo en sus redes sociales con un conmovedor mensaje: “Mencho querido, me acabo de enterar de tu partida. Te voy a extrañar mucho, fuiste un gran compañero y un gran amigo. Siempre nos apoyaste desde que empezamos a jugar de chicos, y eso jamás lo voy a olvidar. Hasta siempre”.
De la mano de Bochini el “Mencho” se consagró campeón del mundo en la final intercontinental a partido único ante Juventus, de Italia, en el estadio Olímpico de Roma, cuando el “Bocha” anotó aquel memorable gol que rompió un récord de imbatibilidad para el mítico arquero Dino Zoff para la histórica victoria por 1 a 0, el 28 de noviembre de 1973.
Al año siguiente el rival en la final intercontinental, ya de ida y vuelta, fue Atlético Madrid, y el “rojo” ganó la ida 1 a 0 en Avellaneda justamente con gol de Balbuena. La revancha en la capital española fue para los “colchoneros”, que se quedaron con la Copa al imponerse 2-0.
La “mistica copera” de Independiente se prolongó en 1975 con el “Mencho” ya no jugando como ese wing derecho más potente y veloz que habilidoso (aunque no carecía de manejo), que superaba a sus marcadores laterales con esos atributos y por ello fue seleccionado un año antes para el Mundial de Alemania, que sería el último que afrontaría un representativo argentino en un marco de desorganización antes de la llegada a la dirección técnica de César Luis Menotti.
Y en ese Mundial fue Balbuena muy considerado por el técnico principal, Vladislao Cap, ya que arrancó como titular en el debut frente a Polonia (2-3), fue suplente y no ingresó en el segundo juego con Italia (1-1), pero sí entró desde el banco para el 4-1 sobre Haití y volvió a estar desde el comienzo en el trascendental encuentro ante la “Naranja Mecánica”, Holanda (0-4). En la despedida, ya eliminado, con Alemania Oriental, se quedó afuera.
Después de Independiente se fue, como quedó dicho, un año a Racing, y luego probó suerte en el exterior, pero no muy lejos, ya que actuó por Bucaramanga, de Colombia, para cerrar su carrera en el FAS, de El Salvador, en 1978, con 33 años.
Sus características lo compararon en el tiempo con otro delantero que paradójicamente también vistió la camiseta de Racing, como fue Ramón Ismael Medina Bello, a quien también apodaron “Mencho”.
El fútbol era su pasión y tenía un ojo para descubrir delanteros encaradores y no exentos de técnica en su posterior trabajo en las inferiores de Independiente, cuando eran muy pichones todavía. Sucedió con el “Kun” Sergio Aguero cuando tenía 8 años (hoy lo despidió también desde Inglaterra a través de redes sociales) y mucho más cerca en el tiempo con el promisorio Alan Velasco.
Independiente ya no tiene la mística de hace más de tres décadas, su estadio ya no es el de la Doble Visera, y ahora se fue Balbuena. Definitivamente, para el hincha del equipo de Avellaneda “todo tiempo pasado fue mejor”, como cuando el “Mencho” flotaba por el costado derecho y el “rojo” era un verdadero “orgullo nacional”.