Fabián Alberto Cubero colgó los botines este último fin de semana a los 40 años y se transformó en el futbolista con mayor presencia en la historia de Vélez: 634 partidos. Además, se convirtió en el jugador con más edad en vestir la camiseta del Fortín con 40 años, 11 meses y 10 días, superando la marca del gran “Pato” Ubaldo Matildo Fillol, de 40 años, 5 meses y 2 días.
En su despedida del fútbol, “Poroto” valoró que “fue el retiro soñado con un gran partido” de su equipo al golear esta noche a Colón de Santa Fe (3-1), en el estadio José Amalfitani por la 15ta fecha de la Superliga.
“Les había pedido a mis compañeros que me regalaran un gran partido y cumplieron, fue una fiesta completa”, señaló, visiblemente conmovido, en rueda de prensa, en el espacio que le dejó a su disposición el técnico Gabriel Heinze.
“Venía pensando en esto desde junio y fue el retiro soñado”, indicó quien se iniciara en la Liga Marplatense para pasar a Vélez en 1996, año en que debutó en primera como volante central, el 17 de noviembre.
Fue el “maestro” Óscar Tabarez, actual técnico de la selección uruguaya, quien -cuando condujo al equipo de Liniers- lo ubicó de marcador lateral derecho y lo “ayudó mucho” en su carrera, reconoció el jugador, de 40 años.
“Me voy muy feliz de haber finalizado mi carrera en este club, donde pasé más de veinte años, es como mi casa, en Vélez tuve mi crecimiento como futbolista”, refirió quien más veces defendió la camiseta de la ‘V”, convirtiendo 17 goles.
El adiós a un ídolo del Fortín
Por su profesionalismo y por la enjundia que ponía en la cancha en cada pelota que disputaba, supo ganarse la gran estima de la parcialidad velezana, que lo despidió con una gran ovación, como las que merecen y reciben los ídolos de cada club.
En un momento como éste no pudo olvidarse de hacer referencia al técnico Carlos Bianchi y al profesor Julio Santella, al aseverar que fueron como sus “padrinos” y quienes lo impulsaron a “seguir siempre adelante”.
“Espero seguir ligado al club, me retiré en el lugar que me quería retirar y con seis títulos en la institución”, fueron los últimos conceptos que pudo hilvanar Cubero, quien, embargado por la emoción, se quebró hasta las lágrimas.