El nombre de Sebastián Villa fue noticia en todos los portales de comunicación debido al gran momento que está atravesando con la camiseta de Boca.
Esto se lo debe, sobre todo, a la extrema velocidad que demuestra en cada uno de los partidos llegando a ser comparado con Kylian Mbappé o, mucho más extremo, con Usain Bolt.
Pero la vida de Villa no fue sencilla, así como tampoco lo fue su comienzo como futbolista. “Mi infancia no fue muy buena que digamos en lo económico”, reveló el colombiano en TyC Sports.
Según contó, a los 14 años sacó de su casa un marco de aluminio para conseguir el dinero que necesitaba para viajar a otra ciudad, probarse y comenzar con su carrera.
“Cuando tenía 14 años llegaron de Tolima a Medellín, donde iban a ver jugadores y el primer día no pude ir porque no tenía dinero para el metro”, contó.
Según el futbolista xeneize, esto lo llevó a pelearse con su mamá. “Me había peleado con mi mamá y mi familia porque no me habían dado para el pasaje”, dijo.
Y sumó: “Al otro día había otra convocatoria. Atrás de mi casa había una ventana, la dañé, le saqué un pedazo de aluminio, lo vendí y me dieron 8 mil pesos colombianos. Al otro día fui y quedé seleccionado”.
Una infancia muy difícil
Al mismo tiempo, en otra entrevista con Martín Arévalo, Villa reveló que llegó a golpearse la cabeza con la pared para no sentir el dolor de la panza por el hambre.
“Mi infancia fue difícil. Pasé muchas necesidades y es difícil ver a tu mamá sufriendo porque tus hermanos no tienen nada para comer”, explicó.
Finalmente, se definió como un “buen hijo”: “Siempre dije que lo primero es la familia. Cada 15 días aporto en mi casa y uno de los sueños que logré cumplir es haberle regalado la casa a mi mamá”, cerró.