En el futbol argentino existen muchas amistades que marcaron a fuego distintas situaciones de varios de sus protagonistas.
Con el correr del tiempo, ese lazo de amistad se profundiza y en algunos termina todo mal, como ocurrió con Mauro Icardi y Maxi López.
Uno de los grandes profetas de la amistad, es Alfio Basile. El “Coco” siempre pregona su vínculo con aquellos que durante toda la vida lo acompañaron en las buenas y en las malas.
Una de las relaciones de mayor amistad es la de Maradona con Caniggia. Este vínculo forjado a fines de la década del 80 hizo que al día de hoy continúen cerca y unidos en ese lazo construido en aquella Selección Argentina de Carlos Bilardo.
En la actualidad, una relación muy cercaba es la que mantienen Marcelo Gallardo con Matías Biscay. El técnico de River eligió formar su cuerpo técnico con uno de sus mayores amigos de la vida.
Oscar Ruggeri es otro de los estandartes de una relación de amistad con Ricardo Gareca. Miles de historias y anécdotas que forjaron un vínculo inseparable durante la carrera de ambos futbolistas.
Una de las relaciones en el fútbol terminadas y rotas fue la de Icardi con Maxi Lopez. El engaño y la ruptura del ex jugador de River con Wanda Nara hicieron que la amistad sembrada por años se rompiera.
En Boca, la amistad entre Martin Palermo y Guillermo Barros Schelotto generó una dupla letal goleadora, que marcó una generación dorada del conjunto de la Ribera.
Palermo y Guillermo se conocieron en la Plata, donde uno defendía la camiseta de Gimnasia y el “Loco” la de Estudiantes. La rivalidad de ambos siempre estuvo a flor de piel aunque fuera de la cancha generaron una relación mas que armoniosa. Boca los juntó, Bianchi los dirigió y ganaron absolutamente todo.